martes, 11 de marzo de 2014

Agendas de diálogo encontradas


                                              

 Los conflictos se originan por lo general cuando no hay diálogo de por medio.   No se dan las condiciones fundamentales para que las partes con desencuentros puedan revisar y discutir las cosas que los alejan y las cosas que los acercan, a fin de  llegar, en lo posible,  a acuerdos  viables y equitativos
 Para iniciarlo, requisito sine qua non, el reconocimiento de las partes sin reservas. Tener claro que se debe ceder y una de las partes puede alcanzar más beneficios que la otra
 El diálogo debe ser sincero, digno, constructivo.  El mejor camino para alcanzar la comprensión mutua. El respeto recíproco, condición primaria para la paz
 Nuestro país está atiborrado de conflictos desde hace muchos años; solamente en 2013 las protestas superaron las 5.000. Indicador de que las políticas públicas del régimen no han dado respuestas satisfactorias a sus beneficiarios, los ciudadanos, o no han sido elaboradas tomando en cuenta los reclamos políticos, económicos y sociales de la sociedad  
 Las manifestaciones de calle de estos casi 30 días, donde los estudiantes han sido los protagonistas, tienen un contenido de reclamos justos, tangibles, como el de la escasez de alimentos y medicinas, el de la inseguridad (24.000 muertos en 2013), el de la impunidad, el de la corrupción, el de la improductividad, el de la carestía de la vida, el de los malos servicios públicos, el de los abusos y violaciones reiteradas a la constitución nacional, el de la subordinación de los poderes públicos a la administración central.  Problemas todos, cuya responsabilidad absoluta es del gobierno nacional
 Ellos forman parte de la agenda de diálogo de los estudiantes. No son inventos. Ni forman parte de una conspiración menos de un plan de desestabilización. Es justo y humano lo exigido al poder ejecutivo: soluciones eficientes y transparentes, ceñido a las normas y derechos constitucionales
 Por su lado, el gobierno invoca al diálogo pero con otra agenda que no es la misma de la de los jóvenes, la del país.  Calificada como revolucionaria,  todos los días nos la recuerdan desde Miraflores: la construcción de la patria socialista a la cubana. Tema inaceptable e inconstitucional, por cuanto, la Carta Magna nada tiene que ver con ella. En 15 años, se ha hecho un trabajo de desmantelamiento de las instituciones, se ha creado una división social con odios y resentimientos, de oportunidades y privilegios con preferencias, de desconocimiento y desprestigio permanente de los factores opositores, y lo más grave, una injerencia directa en los poderes públicos poniéndolos al servicio de su proyecto ideológico
 Estas son las razones porque nos hace dudar de la sinceridad del diálogo convocado por el mandatario nacional bajo la figura de conferencia de paz. La única manera de creer en las buenas intenciones gubernamentales sería abandonando el modelo político socialista comunismo cubano; lo que no va a ocurrir por los compromisos con los hermanos dictadores castros. Hay una doble moral en juego, por un lado, se habla de paz y por otro, se ejecuta la mayor y brutal represión estudiantil de la historia democrática.
 Ir al encuentro con 2 agendas diferentes, no habrá resultados favorables garantes de la ansiada paz que todos los venezolanos con derecho y justicia exigimos. El presidente debe entender que es otro poder más pero no el único y superior. Por encima de él está la constitución y sobre ésta los ciudadanos. Paulo VI decía que el nuevo hombre de la paz es el desarrollo. Mientras subsista en el territorio nacional las desigualdades, las exclusiones y la injusta distribución de los beneficios del petróleo, no puede haber paz. Estas falencias llevan implícita violencia.  No solo de pan vive el hombre. Jesucristo no dialogó con Satanás, nos recordó estos días el Papa Francisco
 Presidente del Ifedec, Capítulo Estado Bolívar              @renenunezr                      

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