Los
conflictos se originan por lo general cuando no hay diálogo de por medio. No se
dan las condiciones fundamentales para que las partes con desencuentros puedan
revisar y discutir las cosas que los alejan y las cosas que los acercan, a fin
de llegar, en lo posible, a acuerdos
viables y equitativos
Para iniciarlo, requisito sine qua non, el
reconocimiento de las partes sin reservas. Tener claro que se debe ceder y una
de las partes puede alcanzar más beneficios que la otra
El diálogo debe ser sincero, digno,
constructivo. El mejor camino para
alcanzar la comprensión mutua. El respeto recíproco, condición primaria para la
paz
Nuestro país está atiborrado de conflictos
desde hace muchos años; solamente en 2013 las protestas superaron las 5.000.
Indicador de que las políticas públicas del régimen no han dado respuestas
satisfactorias a sus beneficiarios, los ciudadanos, o no han sido elaboradas tomando
en cuenta los reclamos políticos, económicos y sociales de la sociedad
Las manifestaciones de calle de estos casi 30
días, donde los estudiantes han sido los protagonistas, tienen un contenido de
reclamos justos, tangibles, como el de la escasez de alimentos y medicinas, el
de la inseguridad (24.000 muertos en 2013), el de la impunidad, el de la
corrupción, el de la improductividad, el de la carestía de la vida, el de los
malos servicios públicos, el de los abusos y violaciones reiteradas a la
constitución nacional, el de la subordinación de los poderes públicos a la
administración central. Problemas todos,
cuya responsabilidad absoluta es del gobierno nacional
Ellos forman parte de la agenda de diálogo de
los estudiantes. No son inventos. Ni forman parte de una conspiración menos de
un plan de desestabilización. Es justo y humano lo exigido al poder ejecutivo:
soluciones eficientes y transparentes, ceñido a las normas y derechos
constitucionales
Por su lado, el gobierno invoca al diálogo pero
con otra agenda que no es la misma de la de los jóvenes, la del país. Calificada como revolucionaria, todos los días nos la recuerdan desde
Miraflores: la construcción de la patria socialista a la cubana. Tema inaceptable
e inconstitucional, por cuanto, la Carta Magna nada tiene que ver con ella. En
15 años, se ha hecho un trabajo de desmantelamiento de las instituciones, se ha
creado una división social con odios y resentimientos, de oportunidades y
privilegios con preferencias, de desconocimiento y desprestigio permanente de
los factores opositores, y lo más grave, una injerencia directa en los poderes
públicos poniéndolos al servicio de su proyecto ideológico
Estas son las razones porque nos hace dudar de
la sinceridad del diálogo convocado por el mandatario nacional bajo la figura
de conferencia de paz. La única manera de creer en las buenas intenciones
gubernamentales sería abandonando el modelo político socialista comunismo
cubano; lo que no va a ocurrir por los compromisos con los hermanos dictadores
castros. Hay una doble moral en juego, por un lado, se habla de paz y por otro,
se ejecuta la mayor y brutal represión estudiantil de la historia democrática.
Ir al encuentro con 2 agendas diferentes, no
habrá resultados favorables garantes de la ansiada paz que todos los
venezolanos con derecho y justicia exigimos. El presidente debe entender que es
otro poder más pero no el único y superior. Por encima de él está la
constitución y sobre ésta los ciudadanos. Paulo VI decía que el nuevo hombre de
la paz es el desarrollo. Mientras subsista en el territorio nacional las
desigualdades, las exclusiones y la injusta distribución de los beneficios del petróleo,
no puede haber paz. Estas falencias llevan implícita violencia. No solo de pan vive el hombre. Jesucristo no
dialogó con Satanás, nos recordó estos días el Papa Francisco
Presidente del Ifedec, Capítulo Estado
Bolívar @renenunezr
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