Se acabaron
los tiempos de confusión. Tanto el de las elecciones presidenciales como el del
gobierno nacional. Este domingo 7 de octubre las mayorías nacionales eligen un
nuevo presidente para el período 2013-2019, el cual –no cabe duda- será
Capriles Radonski por la masiva y espontánea reacción de la gente por doquier a
favor de la opción de cambio y progreso que él representa. Una victoria sin
precedente en los anales de la historia democrática del país, como resultante
de haber superado, hasta ahora, al inderrotable candidato del continuismo como
lo es el actual presidente de la república, pero también a un sistema político socialista comunista en
construcción desde Cuba, acelerado sus pasos después del 11 de abril del 2002
con fines muy claros como el desmantelamiento y desnaturalización progresiva de
las instituciones democráticas, la inserción de nuevos valores y principios
anti democráticos, la eliminación de la propiedad privada, la estatización de
la productividad económica, la ideologización de la educación y la función
pública en general, y la de controlar al ciudadano en toda su integridad humana
y ponerlo mediante la coacción permanente al servicio incondicional de los
caprichos y designios del jefe de la revolución, un enfermo de poder, al mero
estilo castrista
Su convicción y fortaleza ética, política y
democrática, aunado a su intachable vida familiar, a su experiencia exitosa y transparente
como parlamentario, alcalde y gobernador, a la visión moderna y de progreso que
tiene de la gobernabilidad y del Estado, facilitaron en primera instancia
dominar la primera competencia como lo fueron las primarias frente a distinguidos
rivales, entre otros, como un Pablo Pérez, un Leopoldo López, una María Corina
Machado, una nueva generación política
La campaña posteriormente desarrollada por Capriles
frente a Chávez fue admirable, un mito político sembrado por mucho tiempo en todas
las clases sociales quienes lo creyeron y defendieron con mucha pasión hasta
hace poco meses, a pesar de su mal
gobierno y alejamiento constitucional y democrático. El “flaco” como el mismo
se etiquetó le dio tres vueltas a Venezuela en menos de 3 meses, visitando casi
300 pueblos, en contacto directo con la gente para oír de su propia voz sus
problemas, sus carencias, las promesas incumplidas por el gobierno; pero asumiendo
-a la vez los- los compromisos para mejorarle la calidad de vida integral
desarrollando las potencialidades naturales y humanas particulares de cada
región con capacitación, única manera para aprovechar las oportunidades que
desde el gobierno central y descentralizado se creerán bajo su mirada celosa de
cumplimiento
Con su ascenso al poder, se
rescata la democracia, la civilidad institucional, el respeto, el diálogo, los acuerdos
concertados, la tolerancia, y la majestad presidencial de gobernar para todos
sin exclusión alguna; con progreso y desarrollo de los intereses nacionales. También
se reivindica la política como un oficio profesional de exigencia y de
responsabilidad para defender y primar los derechos humanos, los derechos
democráticos, los valores y principios en la búsqueda de soluciones a los
problemas de la ciudadanía, donde la visión del plan de desarrollo de la nación
a corto, mediano y largo plazo será sustentable y viable, equitativo, con
libertades plenas y humanas. Esa apuesta la tomamos casi 8 millones de
venezolanos y la haremos respetar este domingo
Internacionalista. (Edición 1218)
@renenunezr Pueden
oírme en Diplomacia de Micrófono, con Abdo Tello Benítez, 7 a 8 AM por Skandalo 90.3 FM en Ciudad Bolívar y, 106.9 FM en Puerto
Ordaz.
http//:elportachueloderene.blogspot.com
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