Nunca antes en la historia política
democrática de nuestro país, un proceso
de elecciones presidenciales había tenido una importancia mayúscula como el que
tendremos los venezolanos el 7 de octubre para elegir el presidente de la
nación de los próximos seis años. No se trata, como hasta ahora había sido, de
un simple cambio de gobierno sino de la convalidación o rechazo de un sistema
político vinculado a una ideología antagónica a la democracia, como la
socialista-comunista; caracterizada por el dominio de los ciudadanos para ponerlos
al servicio de la revolución mediante la confiscación de sus derechos humanos y
libertades.
Si bien es cierto el régimen de turno,
después de 14 años, no lo ha logrado, no es menos cierto que sigue adelante con
sus develadas intenciones imponiendo leyes y decisiones políticas-jurídicas al margen de lo establecido en la Constitución
Nacional del 99.
El plan
de socialismo del siglo XXI se apoya en
dos premisas, la de lucha de clases, y
la de un pensamiento único. Le atribuye al capitalismo la responsabilidad de
ser el causante de las diferencias y desigualdades sociales. Luchar contra él
requiere de tiempo (indefinido), por tanto, mantener al jefe supremo de la
revolución al frente del poder, un derecho irrenunciable. El mismo cuento de
las otroras naciones comunistas de la Europa oriental, hoy todas capitalistas. Solo
Corea del Norte y Cuba se mantienen bajo un modelo similar. Chávez, comandante
de este proyecto insiste en la reelección presidencial prometiendo la ejecución
de la segunda etapa del mismo, que consiste en acelerarlo y profundizarlo, pues
“La revolución llegó para quedarse. No
hay vuelta atrás”.
Para que nadie se llame a engaños, a
continuación diferencias de las 2 opciones en disputa el 7-O:
Opción Chávez:
1. Socialista comunista, cuyo comandante superior es
Fidel Castro.
2. Gobierno centralista. Concentrador de todos los
poderes
3. Economía cerrada, el estado ha de ser único
productor
4. Libertades restringidas y condicionadas
5. Desigualdad en el trato de los ciudadanos ante la
norma o la ley.
6. Intolerancia
7. Diálogo inexistente
8. Exclusión social en cuanto a disfrute de servicios
públicos
9. Enemigo de la propiedad privada. Expropiación
10. “Ser pobre es
bueno”. “Ser rico es malo”. Convalida la pobreza
11. Ideologización de la Educación y de la función
pública en general
12. Antivalores
democráticos (intolerancia, ilegalidad, injusticia, discriminación, autoritarismo)
13. Administración pública ineficiente y poca
transparencia
Opción Capriles
1. Demócrata, respetuoso de la Constitución y las leyes
2. Descentralizador. Gerente, trabajo en equipo con
resultados
3. Economía libre y competitiva. Mixta: sector público
y privado
4. Respeto a las libertades y los derechos de la gente
5. Creyente del trato igual de todos los ciudadanos
ante la ley
6. Tolerancia. Respeto a la diversidad de pensamientos
y credos
7. Promotor del diálogo como mecanismo de solución de
conflictos
8. Inclusión social, gobernar para todos sin distinción
de credo alguno
9. Respetuoso de la propiedad privada
10. Promotor de
riqueza. Atención preferencial a grupos sociales mas vulnerables para sacarlo
de la pobreza como prioridad de Estado
11. Educación libre y de calidad. Tanto pública como
privada
12. Promotor y defensor de valores democráticos
(Diálogo, tolerancia, legalidad, justicia, igualdad, separación de poderes)
13. Administración eficiente y transparente como
alcalde y gobernador
Internacionalista. Edición
1205
@renenunezr Pueden oírme en Diplomacia de Micrófono
de 7 a 8
AM por Skandalo 106.9FM
http//:elportachueloderene.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario