martes, 30 de marzo de 2021

Construcción de una alternativa democrática creíble y viable…

 



La política no es una línea recta. Tiene sus interrupciones y desviaciones. Los adversarios suelen ponerle toda clase de obstáculos o trabas para impedir su ejercicio y logros.

Por ello, la exigencia a sus actores a ser perseverante, constante y no rendirse nunca ante las adversidades, equivocaciones y desaciertos. Lo inteligente, entonces, es hacer de la autocrítica la herramienta más idónea para hacer revisiones y correcciones a tiempo y seguir adelante. Mas cuando se confronta adversarios practicantes de la anti política.

La reflexión la traigo a colación, por los altibajos de la Oposición venezolana, primero, frente a Chávez y ahora ante Maduro. Donde la unidad no se ha mantenido solida por intereses y visiones diferentes de líderes u organizaciones partidistas.

Cronología de la inconsistencia opositora:

4 años después del ascenso al poder de Hugo Chávez, la Oposición logra entender la necesidad de nuclearse en un solo frente para oponerse a la administración del proyecto “Socialismo del siglo XXI” y luchar por la recuperación de la democracia. Lo consigue el 2002 a través de la Coordinadora Democrática, una coalición de partidos políticos, asociaciones civiles y ONG.

 Esta alianza hizo realidad el paro petrolero también llamado Paro Nacional o Huelga General de las actividades laborales y económicas de carácter general indefinida. Promovido fundamentalmente por Fedecámaras. los trabajadores de la nómina mayor de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la CTV; medios de comunicación social y Súmate. Se inicia el 2 de diciembre de 2002 y termina el 3 de febrero 2003.

En el referéndum presidencial de 2004; Chávez se anota una victoria contundente frente a la Oposición (SI 58% vs NO 42%); provocando una ruptura interna de los factores democráticos que terminó en la disolución de la Coordinadora Democrática.

El 23 de enero 2008, los demócratas vuelven a unirse y crean la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), bajo dominio de los partidos políticos. El apoyo incondicional al candidato Henrique Capriles Radonski a la presidencia en el 2013 casi permite la victoria presidencial frente a Maduro (Maduro 50.61% vs Capriles 49.12%). El oficialismo perdió tres cuartos de millón de votos con respecto a las elecciones de 2012, realizadas tan solo siete meses atrás. La diferencia de 10.76 % del 2012 se redujo a 1.49% en 2013.

La MUD gana en diciembre 2015 la mayoría de curules de la AN:112 diputados por 51 del PSUV.

En el 2018 el Tribunal Supremo de Justicia ilegaliza la MUD y el Consejo Nacional Electoral la cancela dejándola inoperativa. A finales de ese mismo año, se crea el Frente Amplio Venezuela Libre con incorporación de partidos y algunos sectores de la sociedad civil.

Por la desavenencia domesticas opositoras, la unidad se resquebraja de nuevo en las elecciones presidencial del 2019 y parlamentarias del 2020. La mayoría opositora se inclinó por la abstención y la minoría por la participación. Resultados: Maduro se reelige hasta el 2024 y el oficialismo recupera la AN con dominio absoluto.

Los tres objetivos de Guaidó como presidente interino: Cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres no se han podido alcanzar. La apuesta a la salida de Maduro con una intervención militar externa resultó fallida. Tampoco la minoría con su participación en los procesos electorales ha tenido respaldo popular.

La preocupación mayor en estos momentos: más del 80% de los venezolanos no confían en las instituciones y en el liderazgo político; lo que agrava y complica aún más la situación país.  

En nuestra opinión, Guaidó debe dedicarse a cumplir su misión de presidente paralelo interino; y la Oposición -sin dilación- al trabajo político de construcción de una alternativa democrática creíble, viable y conducida por independientes “notables” garantes del equilibrio, la incorporación de todos los sectores democráticos, la unidad estratégica del pensamiento y el accionar de la lucha de la resistencia. Solo así será posible, por un lado, la recuperación de la confianza y credibilidad del pueblo y, por otro, la FUERZA requerida para confrontar la autocracia de la mano de la política y la inteligencia creativa.   

elportachueloderene.blogspot.com   Edición 1560

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Esta columna se publica también en @soynuevaprensadigital.com y

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