Cuando se publique esta columna de
los miércoles, habremos ya bautizado este libro de Eduardo Fernández en Ciudad
Guayana. Me tocó presentarlo a la comunidad guayacitana, una distinción que
valoro mucho por el afecto, admiración y reconocimiento intelectual, político, ciudadano
y padre de familia, que le profeso a su
autor; uno de esos venezolanos valiosos, incomprendido por las mayorías
nacionales pero como pocos, en esto de la política, uno de los de mayor
coherencia en cuanto a pensamientos, acciones, decencia pública y privada.
Un documento histórico,
político-humano-social, que recoge la
autenticidad de una nación que “dejó de hacer” “dejó pasar” decisiones
fundamentales que pudieron haber anticipado las amenazas, los riesgos y las
secuelas de las que hoy sufren los venezolanos.
No nos sorprende para nada el secuestro de las instituciones, de la
constitución y del ejercicio democrático. Era predecible.
Igualmente, se desaprovecharon de manera irresponsable las oportunidades
económicas con un precio $100/barril de petróleo, cuyos ingresos eran
suficientes para haber adelantado con patriotismo e inteligencia la transformación
de los recursos materiales y humanos en progreso y desarrollo humano. En calidad
de vida integral.
Con “Aquí y ahora”, Eduardo nos
vuelve a advertir del peligro presente y
futuro país, los cuales obligan a
todos los sectores y actores del sistema de libertades a ponerse de acuerdo.
“El Tigre”, como siempre, insiste en la Educación como prioridad
nacional. No hay otra, para resolver la crisis estructural. “Si ganamos la
batalla de la educación tendremos
futuro, de lo contrario, seremos un país tercermundista, irremediablemente”.
“El futuro está en la materia gris no en las materias primas”. Le agregaría, “ni
en colores e ideologías”.
No cabe duda que la crisis moral se
debe a que el estado y la dirigencia no terminan
de entender que la Educación es la prioridad número uno en el plan de
desarrollo de la nación, hoy desdibujado y desalineado del espíritu constitucional
y democrático.
Comparto con Eduardo, las razones
de sobra que tenemos para protestar y exigir cambio de gobierno y modelo
político, económico social, pero, ello no nos impide con la misma fuerza ética
para reclamar una mejor oposición, convertida en alternativa democrática sobra
la base de una unidad y un consenso nacional alrededor de los graves problemas
básicos de la sociedad venezolana, como lo son, entre otros: la inflación, el
desabastecimiento, el alto costo de la
vida, la recesión económica, la inseguridad.
No se trata de un sueño sino de una
agenda política realista que nos una y no nos separe, orientada al fortalecimiento
de la democracia, a la separación de poderes, a la reactivación del aparato
económico, a la atención prioritaria de los grupos sociales más vulnerables; a
la lucha integral contra la inseguridad, al combate y derrota de la ignominia
de la corrupción con valores morales y éticos como cultura de vida.
Son, entre otros, temas que el
libro nos plantea como reflexión autocrítica país, donde los resultados hasta
ahora alcanzados dejan mucho que desear al compararlo con los de otros pueblos del
mundo en materia de prosperidad, seguridad y bienestar social.
La infortunada política de estos
últimos 17 años de gobierno en Venezuela, ha sido otro ejemplo demostrativo del
fraude y engaño del socialismo autoritario, el cual bajo la excusa de
garantizar la distribución equitativa de la riqueza y de las oportunidades,
terminan controlando la economía y la
ciudadanía, negando sus libertades, irrespetando el derecho ajeno. Creando más
pobreza y desigualdades sociales.
“La
política es diálogo. En donde no hay diálogo, no hay política. La alternativa
al diálogo y a la política es la violencia y la guerra. Cuando fracasa la
política, irrumpen la violencia y la guerra”. Eduardo Fernández.
. Presidente
Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51 elportachueloderene.blogspot.com
A los
domingos, 8 a 9 am, en ONDA GLOBAL por www.onda973fm.com
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